Arturo Berlanga, Director en México de la ONG AnimaNaturalis, platicó con SinEmbargo sobre el problema de tráfico ilegal de animales exóticas, en donde México se encuentra en la lista de los principales países consumidores y exportadores de especies, productos y subproductos de vida silvestre.
Ciudad de México, 4 de febrero (SinEmbargo).- El pasado martes José Rubén Nava Noriega, exdirector del zoológico Zoochilpan, ubicado en Chilpancingo, Guerrero, fue acusado de maltrato animal, tráfico de especies y delitos contra la salud luego de que el Secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semaren) del Gobierno del estado, Ángel Almazán Juárez, diera a conocer que varias especies del parque fueron vendidas, intercambiadas ilegalmente y sacrificadas para el consumo humano.
No obstante, el caso de Nava Noriega es sólo la punta de todo un iceberg de un problema mucho mayor: el tráfico de vida silvestre que a diario acecha la vida de decenas de especies que son sustraídas de su hábitat con fines comerciales.
En noviembre del 2022 el Centro para la Diversidad Biológica publicó el informe El tráfico de vida silvestre amenaza la biodiversidad de México, elaborado por Ernesto Méndez y Alejandro Olivera, en el que se detalla cómo el intercambio comercial de especies exóticas ha ganado terreno en redes sociales y se ha vuelto atractivo para grupos de crimen organizado gracias al margen de ganancia y al bajo riesgo de castigo.
En entrevista para SinEmbargo Arturo Berlanga, Director en México de la ONG AnimaNaturalis, explicó que el problema del tráfico ilegal de vida silvestre suele dividirse en tres vertientes, que van de menos a más: el local, que es el que ha existido durante años, en donde los animales se venden a pie de carretera; el del crimen organizado, en donde las especies son trasladadas a otros puntos de la República; y el del comercio internacional, controlado igual por grupos delictivos, en donde ya se exporta a otros países.
"Hoy por hoy hay un mercado ilegal de reptiles por Facebook. Hay muchos sitios que se disfrazan de conservación, pero lo hacen para vender reptiles. Uno de los grandes destinos de reptiles de México es Europa, el dragoncito azul es uno de los más famosos y adquiere valores por miles de euros en Europa, en Alemania, y usan ahora estos perfiles de Facebook para anunciarlos, promoverlos y después hay una venta ilegal, donde al final de cuentas los trasladan por avión, por el aeropuerto, y en muchas ocasiones en complicidad con las autoridades", denunció el Director en México de la ONG AnimaNaturalis.
"A nivel internacional también está el tema de los chinos, que si bien no es para coleccionistas, pero sí es para la medicina tradicional china y el ejemplar más emblemático es la vaquita marina, que la usan para eso, pero por ejemplo, con el jaguar no trafican como tal el animal, lo que hacen es que lo matan y le quitan los colmillos, las garras y muelen los huesos porque consideran que en la medicina tradicional china tiene cierto valor, entonces al final de cuentas es un tráfico ya no de la especie viva, pero sí de sus partes. El animal es víctima de este comercio ilegal de lo que llaman ellos subproductos", añadió.
En Facebook, donde México ocupa el quinto lugar en número de perfiles a nivel mundial, por ejemplo, resulta sencilla la compra venta de especies exóticas puesto que hay un sinfín de grupos que se dedican ésta.
Durante una búsqueda de perfiles dedicados a dicha actividad ilícita, este medio halló el grupo público "animales exóticos cdmx y edomex", con 3.7 mil miembros, en donde no sólo se venden especies domésticas sino también silvestres como monos, mapaches, reptiles, petauros del azúcar, loros, lechuzas, hurones y arañas, por mencionar algunas.
Los términos y políticas de Meta, el conglomerado de redes sociales, entre las que se encuentra Facebook, fundado por Mark Zuckerberg, establecen que en las publicaciones de la plataforma no se puede "promocionar la compra ni la venta de animales o productos de animales", además de que se prohíbe el comercio de cualquier producto o parte de especies en peligro de extinción.
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) dio a conocer, a través de la solicitud de información con folio 330024422000586, que los principales estados en los que se presenta la recolección ilegal de vida silvestre son Campeche, Chiapas, Tabasco, Yucatán, Veracruz, Oaxaca, Guerrero, Puebla, Jalisco, Nayarit y Sinaloa.
Según un informe reciente del Centro de Estudios Avanzados de Defensa (C4ADS por sus siglas en inglés) citado por el Centro para la Diversidad Biológica, México se encuentra en la lista de los principales países consumidores y exportadores de especies, productos y subproductos de vida silvestre que se mueven de forma ilegal por vía aérea en América Latina y el Caribe.
De acuerdo con el documento, entre 2010 y 2020 el 36 por ciento de los casos documentados de tráfico de especies por vía aérea ocurrieron en México.
Por otra parte, la Profepa señaló que las especies silvestres suelen ser trasladadas principalmente por vía terrestre y en menor medida por vía aérea en Guadalajara, Monterrey, Tijuana, Mérida, Celaya, Reynosa, Ensenada y Ciudad de México, en “donde se presume que se lleva a cabo su distribución y comercialización”.
La investigación de C4ADS también apunta que "los grupos criminales en México se dedican principalmente a las drogas y la trata de personas, pero se han vuelto más activos en el comercio ilícito de vida silvestre para diversificar sus fuentes de ingresos".
A pregunta expresa sobre el interés del crimen organizado por el tráfico de animales exóticos, Arturo Berlanga indicó que desde siempre estos grupos se han visto atraídos por grandes felinos como tigres, jaguares, leopardos y leones "porque lo asocian a una cuestión de poder". No obstante, de unos años en adelante, la actividad comercial con especies silvestres les ha resultado rentable.
"El tráfico de especies se calcula aproximadamente que deja ingresos entre los 80 mil hasta los 120 mil millones de dólares al año en el mundo. Es por eso que el crimen organizado aquí, desgraciadamente en México, vio que hay un mercado internacional de todos estos animales. México es uno de los países mega diversos en especies y encontró el negocio", apuntó. "Encontraron que hay un vacío de autoridad porque en este tema del tráfico de especies, aunque antes el crimen organizado no había incursionado, siempre ha habido un vacío de autoridad, una nula supervisión, verificaciones e inspecciones", añadió.
El artículo 420, fracciones IV y V, del Código Penal Federal, señala que a quien participe en el tráfico o comercio ilegal de plantas y animales silvestres en México se le impondrá una pena de uno a nueve años de prisión y una multa equivalente de 300 a 3 mil días.
En este sentido, Berlanga indicó que pese a que el tráfico de especies en México es considerado como un delito de delincuencia organizada, éste no se castiga como tal.
De acuerdo con el informe publicado por el Centro para la Diversidad Biológica, esta actividad ilícita opera con ayuda de red organizada que abarca desde la extracción de especímenes de la naturaleza, el almacenamiento, transporte y distribución, hasta llegar a la venta final.
La Fiscalía General de la República (FGR) reveló, en la solicitud de información con folio 330024622001446, que desde enero de 2015 hasta marzo de 2022 se abrieron averiguaciones previas en 782 casos de tráfico ilegal de una lista de 32 especies de plantas y animales protegidos, apuntando que "como parte de estas indagatorias fueron detenidos 697 presuntos delincuentes ambientales, de los cuales solo 474 fueron procesados".
Entre los animales que más aparecen involucrados en las investigaciones de la FGR por tráfico ilegal se encuentran los pepinos de mar, el pez endémico totoaba, las tortugas terrestres o de agua dulce, la iguana verde, el cocodrilo moreleti, el tucán pico de canoa, el tigre de bengala, el caballito de mar, el mono araña, entre otros.
"Al pepino de mar le llaman la cocaína de mar tal cual porque tienen un alto valor y entones hay una pesca ilegal altísima en Yucatán. Yo recuerdo hace unos años que sí, literal, había unos operativos durísimos de la Policía Federal en Yucatán, o sea, la gente y los pescadores tenían más pavor de que los agarraran con unos pepinos de mar que con un kilo de cocaína", expuso Berlanga a SinEmbargo.
"Era una supervisión, la que había hace unos años, altísima, y se contuvo muchísimo porque los chinos con su medicina tradicional venían a sacar el pepino de mar. Ahorita desapareció la policía federal y nada, lo único que se está viendo son los esfuerzos de las autoridades locales, pero se quitaron los esfuerzos", lamentó.
El pepino de mar se encuentra enlistado en la NOM-059-SEMARNAT-2010, en la categoría de “sujeta a protección especial”.
Finalmente, el Director en México de AnimaNaturalis apuntó que ante una autoridad omisa, la ONG apuesta a una campaña de concienciación sobre el tráfico de especies. "Existe [esta actividad ilícita] porque hay demanda. Si no hubiera una sociedad que estuviera comprando estos animales, no lo habría y es un tema de educación".